El canto congregacional en el Nuevo Testamento
Primeramente, el canto en la iglesia primitiva estaba basado en las escrituras. El himno que Jesús cantó con sus discípulos antes de llegar al Monte de los Olivos era parte del Salmo 115-118, que se cantaba usualmente después de la cena pascual. Pablo animaba a los cristianos de Corintio, Colosas y Éfeso a cantar salmos. Las letras de los cantos de Simeón, Ana, María y otros personajes del Antiguo Testamento fluían en los labios de los creyentes de la iglesia primitiva. Había amanecido una nueva era con la llegada del Mesías, pero continuaban los fuertes lazos en la verdades eternas de los judíos.
El canto del iglesia primitiva también centró su enfoque en Jesucristo. En su excelente libro "Worship in the Early Church" (La adoración en la Iglesia Primitiva") Ralph Martin comenta: "La naturaleza Cristocéntrica de la adoración cristiana es unos factores que mejor han atestiguado en la literatura acerca del Nuevo Testamento". Casi todos los himnos del Nuevo Testamento, se refieren directa o indirectamente al Cristo o a lo que Él hizo. Tenemos los cantos de María, Zacarías, y otros en relación al nacimiento de Cristo. En el libro del Apocalipsis se incluyen cantos exaltando al Cordero que fue inmolado. Las cartas de Pablo contienen notas que se enfocan en Jesucristo y que permanecieron en los himnarios de la iglesia primitiva (Filipenses 2:6-11; Romanos 11:36; Colosenses 1:15-20; 1 Tito 3:16). Esos cantos, inspirados por el Espíritu Santo asentaron bases teológicas y doctrinales en la iglesia en los siglos sucesivos.
Otra de las características del canto del Nuevo Testamento es la manifestación del la presencia del Espíritu Santo. Efesios 5:17-19 claramente manifiesta que el canto de los cristianos primitivos era un fluir rebosante de la obra del Espíritu en sus corazones. La adoración en el Cuerpo de Cristo nunca fue una rutina sin sentido o un evento ritualista en la Iglesia del Nuevo Testamento. Esa puede ser una de las razones por las que Pablo dijo que somos los que "adoramos por el Espíritu de Dios" (Filipenses 3:3). Esto también puede explicar porqué una persona no creyente al asistir a una reunión en Corintio pudiese declarar: "¡Realmente Dios está entre ustedes!" (1 Corintios 14:25). Es evidente que en las reuniones de los cristianos primitivos estaba la presencia del que prometió que cuando se reuniesen dos o tres en su nombre Él estaría en medio de ellos (Mateo 18:20).
Finalmente, el canto congregacional en el Nuevo Testamente era... congregacional. Nosotros hemos experimentado que el canto se lleva a cabo entre personas que se relacionan, comparten gozo, y tienen un propósito común. "La idea de que la adoración en la Iglesia es una convergencia accidental llevada a cabo en un sitio por individuos solitarios y en celdas aisladas es una imagen que no existe en el Nuevo Testamento" (Ralph Martin).
Es importante recordar que la intención de la adoración es que se cante con otros, quienes "son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo". (1 Pedro 2:5).
Para Su Gloria
Bob Kauflin.
El canto congregacional en el Nuevo Testamento
Reviewed by Red Cristiana
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6:40 p.m.
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